jueves, 10 de enero de 2013

Ellos

Retrato creado por niño de 13 años de edad.
Eran. Eran la peor pareja. Ella y él. Juntos creaban esa sensación de repulsión al instante. Esa virtud similar a la de ingerir en una pequeña pastilla millones de kilos de azúcar (¿Azúrcar?) que se disuelven en tu boca para que ese vomito post-factum sea una reflexión a no volver a probar nunca más nada así. Ellos, ya trasmutados es algo superior que el mero aproximar de los cuerpos, creaban en los espectadores esa sensación de querer sepultarlos en lo más profundo de los infiernos creados alguna vez por Dante. Los afectados por su aura pactarían su condena entregando lo último que les quedaba en pena. Ellos estaban ahí, haciendo girar el mundo alrededor del sol para poder alimentarlo y para que así que los mediocres pudieran arrastrase y rezarles con esa especie de repulsión donde su  adoración se haría bajo criterios de odio y remordimiento, como todo buen rezo de rezador. El solo dar cuenta de esa sensación, mirarlos no resultaba lo mismo. La mera acción ocular producía en los espectadores que; todo aquello que los rodeara cayera en las miserias más dignas que transita el hombre durante el paso hacia el diván. Una vez, un hombre que había pasado por el tormento de ad-mirarlos -Palabra nueva que tuvo que crearse a las apuradas tras la radicalización que ese movimiento de cuerpos socializados gestaba para aclarar que los admiraban por mirarlos- miró al sol naciente de un día que nadie supo bien cual fue, para darse cuenta de que Ellos simplemente estaban enamorados.